Reducción de Senos
Las “mamas grandes” pueden ocasionar en la mujer una serie de problemas funcionales además de los estéticos y las repercusiones psicológicas derivadas del peso y tamaño de éstas, como dolor de espalda, cuello y hombros, así como irritación cutánea.
En la adolescencia cuando hay un desarrollo excesivo de las mamas se habla de hipertrofia virginal o gigantomastia puberal que requiere una reducción mamaria.
En la mujer adulta, la hipertrofia suele deberse a un aumento del tejido graso que invade la trama conjuntiva mamaria.
La reducción de mamas o mamoplastia de reducción es una técnica quirúrgica que tiene como objetivo principal la modificación de la forma y tamaño de la mama para adecuarla a los requerimientos estéticos y funcionales de la paciente.
La reducción mamaria pretende fundamentalmente elevar la areola y el pezón y reducir el tamaño de la mama , consiguiendo con ello un volumen, forma y turgencia lo más perfectos posible con unas cicatrices disimuladas.
La intervención se puede realizar con anestesia general o bien con anestesia local y sedación, tanto una como la otra requieren de los servicios de un anestesiólogo.
La elección de la técnica quirúrgica o mamoplastia dependerá del volumen y la forma de la mama en cada caso concreto y sus características. Generalmente se indica la técnica de la T invertida, aunque en casos mas leve podemos llegar a reducir estas cicatrices haciendo una mamoplastia areolar o solamente una cicatriz vertical o combinación de ambas.
Al terminar la intervención pondremos un sujetador y una venda elástica que retiraremos al día siguiente. Podemos notar tirantez y algunas molestias al mover los brazos pero no es una cirugía dolorosa en el postoperatorio.